Destrucción de Datos en aplicaciones Aeronáuticas y de Defensa
La tecnología de destrucción física de Innodisk es un mecanismo de autodestrucción que se activa gracias a una entrada de alto voltaje que destruye el controlador del SSD y las celdas flash NAND. Esta destrucción otorga la seguridad de que el disco se utilice con propósitos no autorizados. Asegura también que cada celda flash se destruye físicamente de manera permanente y es irrecuperable. Esta tecnología está diseñada para el almacenamiento de información clasificada, especialmente para aplicaciones aeronáuticas y de defensa.
La importancia de los mecanismos de destrucción de información
La protección de datos es un asunto crítico en las aplicaciones industriales. Los dispositivos de almacenamiento deben albergar de forma segura información confidencial integrando un conjunto completo de mecanismos de protección. La destrucción de datos conlleva una completa eliminación de los datos del SSD. Hay dos métodos para destruir la información permanentemente: destrucción lógica y destrucción física. La destrucción lógica garantiza que los datos confidenciales del usuario, la información del SSD e incluso el firmware se borrarán y serán irrecuperables. Por el contrario, la destrucción física utiliza entrada de alta tensión para destruir completamente las células flash y el firmware haciendo el SSD completamente inaccesible. El mecanismo de destrucción física de Innodisk quema físicamente el controlador, las células flash y el circuito de alimentación, lo que resulta en una destrucción irreversible.
Cómo funciona: Proceso de Destrucción Física
Utilizando 24V de entrada vía Pin14 y Pin15 de un conector SATA standard, se activa la destrucción física; una vez iniciada, el alto voltaje quema el controlador, las células flash y el circuito de alimentación, haciendo el disco irrecuperable.
Demostración del Proceso de Destrucción Física
En la siguiente imagen se puede observar un diagrama de bloque del mecanismo de destrucción física. Comienza con la transmisión de 24V desde una fuente de externa a través de los pines 14 y 15 del SSD. Seguidamente, este alto voltaje llega a cada módulo flash que, al no poder resistir el exceso de voltaje, queda inutilizado de manera permanente.
Sin un diseño con fusibles, este alto voltaje se pararía en la primera célula flash y no seguiría “quemando” otras células.
La destrucción total de un SSD dura entre 2 y 5 milisegundos, dependiendo de la capacidad del mismo y se activa haciendo un corto entre los pines 9 y 10.